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May

2024

La UDEP conmemora la Fiesta del beato Álvaro del Portillo

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Ante la proximidad de la fiesta del beato Álvaro del Portillo, que se celebra cada 12 de mayo, desde su beatificación, la UDEP recordó está fecha especial y celebró una misa en su honor.

Por Elena Belletich. 10 mayo, 2024.

La celebración eucarística, presidida por el capellán mayor de la Universidad de Piura, padre Ricardo González, tuvo lugar en la Capilla Universitaria de Campus Piura. El capellán destacó en su homilía rasgos de la biografía de don Álvaro, y algunas virtudes que San Josemaría reconocía en él, como la lealtad y su alegría en cualquier circunstancia, incluso ante el  dolor y las dificultades.

Refirió que al beato Álvaro, primer sucesor del fundador del Opus Dei y de la UDEP, San Josemaría Escrivá, se le pueden aplicar las palabras de la Escritura: “este es el siervo fiel y prudente a quien el Señor lo puso al frente de su familia”.

Recordó que San Josemaría dijo de él: «Querría que le imitarais en muchas cosas, pero sobre todo en la lealtad. En este montón de años de su vocación, se le han presentado muchas ocasiones —humanamente hablando— de enfadarse, de molestarse, de ser desleal; y ha tenido siempre una sonrisa y una fidelidad incomparables. Por motivos sobrenaturales, no por virtud humana. Sería muy bueno que le imitaseis en esto». (Notas de una reunión familiar, 19-II-1974).

Recomendó a los asistentes que traten de imitar esas virtudes del beato en el ámbito de la universidad y en el de  la propia familia. La lealtad con los demás, sabiendo sacrificar lo personal, con una sonrisa, por el bien del conjunto. (…). Y, cuando sea necesario, hablando con quienes corresponda, para que también haya orden, justicia, unidad.

Agregó que, también a nosotros “se nos pueden presentar ocasiones de enfadarnos, con unos o con otros, de molestarnos, de ser desleales, de hacer un comentario fuera de sitio quizá. Procuremos que en esos momentos aparezca la sonrisa, la alegría y la paz, por dentro primero, y también por fuera”, enfatizó.

Asimismo, resaltó la fidelidad del beato Del Portillo a la Iglesia y su devoción a la Virgen. En el hogar familiar se forjó en su alma la devoción a la Virgen, a través del rezo del Santo Rosario, y de una oración  que aprendió de labios de su madre, que acostumbró a recitar a diario: “Dulce Madre, no te alejes, tu vista de mí no apartes, ven conmigo a todas partes y solo nunca me dejes. Ya que me proteges tanto como verdadera Madre, haz que me bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.”

Sobre don Álvaro del Portillo
Monseñor Álvaro del Portillo y Diez de Sollano nació el 11 de marzo de 1914 (Madrid) en el seno de una familia cristiana; tuvo siete hermanos. Fue ingeniero de Caminos, doctor en Filosofía y también en Derecho canónico.

Perteneció al Opus Dei desde 1935 y, desde la fundación de la UDEP, y al igual que San Josemaría, albergó siembre un intenso cariño por esta casa de estudios. Se caracterizó por su cercanía y fidelidad al mensaje espiritual de San Josemaría desde su admisión a la Obra, cuando aún tenía 21 años, hasta que sucedió al Fundador después de su muerte (1975). También fue un ejemplo de fidelidad y gratitud hacia Dios y de servicio a la Iglesia.

Cuando partió al cielo, el 23 de marzo de 1994, había cumplido 80 años el 11 de marzo y regresaba de una peregrinación a Tierra Santa. Hasta entonces, había sido el sucesor de San Josemaría Escrivá, fundador y primer Gran Canciller de la Universidad de Piura. Fue beatificado en Valdebebas, Madrid, el 27 de setiembre del 2014.

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